DIAGNÓSTICO
EN FISIOTERAPIA
En la
actualidad el Diagnóstico Fisioterapéutico está bien establecido aun estando
diferentes profesionales en contra de esto, existen tres autores que han ayudado
al establecimiento del Diagnóstico de gran relevancia los cuales son Eric Viel,
Tomas Gallego y Shirley Sharman.
El diagnóstico de fisioterapia ha sido tratado con
detalle por Éric Viel ya hace más de diez años, un “pero” que se le podría poner
a su propuesta de Diagnóstico es que se limita mucho a la valoración sin embargo
han servido de una gran herramienta para el inicio de un diagnóstico. Sus
orígenes son anteriores, pero su uso no está sistematizado, ni mucho
menos generalizado.”
Como dice Gallego Izquierdo “el diagnóstico médico
es un elemento importante, pero no constituye una información suficiente para
dirigir la Fisioterapia. El diagnóstico fisioterapéutico es una opinión fundamentada
en un análisis crítico racional de toda la información disponible”. Hay
diagnósticos que incluso adolecen de falta de valor clínico alguno. Valgan de
ejemplo lumbalgia, ciática, cefalea, esguince de tobillo o dolor torácico. En
realidad devuelven síntomas, mecanismo de lesión o localización de dolor. Se
hace imprencindible, por tanto, la incorporación de una evaluación, un
análisis, una interpretación, propia del fisioterapeuta que le guíe en la
planificación de acciones terapéuticas, preventivas y de educación y/o
formación del paciente o usuario de sus servicios. No se trata, como dice la
referida sentencia, de hacer “diagnóstico de enfermedades”, que sí es una
competencia exclusiva del médico. No seremos nosotros los que discutamos esto,
más cuando nos quejamos de las embestidas de otros profesionales y de personas
sin titulación oficial sobre el cuerpo de competencias propias de la
Fisioterapia. Sin embargo, el diagnóstico sirve para “identificar la naturaleza
o esencia de una situación o de un problema y de la causa posible o probable
del mismo” , como dice la sentencia, y su uso debe aceptarse fuera del ámbito
médico.
El reto ahora es asentar las bases para establecer
los diagnósticos propios del fisioterapeuta. En diagnóstico médico tiene una referencia
explícita en la Clasificación Internacional de Enfermedades. La Enfermería
también tiene su catálogo en los diagnósticos de la NANDA. Los fisioterapeutas
no disponemos de un listado de diagnósticos fisioterápicos. Podemos extraer
directrices o guías para su elaboración de diversas fuentes, pero no hay normas
establecidas que homogeneicen la manera de especificarlos. Nosotros, al menos,
no las conocemos. Idealmente, estas normas deberían emanar del consenso de
organismos de la profesión internacionales. Esta tarea no debería demorarse y
los fisioterapeutas han de fomentar la formulación del diagnóstico propio. Si
no, la orden que regula los requisitos para la obtención del título de
fisioterapeuta carece de sentido en este punto, pues no se inculca a los
futuros profesionales la adquisición de esa competencia.
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